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El 15% de las necesidades eléctricas de la isla francesa de Ouessant serán cubiertas por una sola turbina marina, la Sabella D10, la primera de este tipo que se instala en Europa. Se trata de la primera turbina marina sumergida de Francia que toca finalmente el agua con el objetivo de producir electricidad para la isla bretona, a 20 km de la costa del Finistère.

La isla de Ouessant pretende convertirse en ejemplar y pasar a ser alimentada con energía renovable en un 80% en 2021. Con sus vecinas, Molène y Sein, espera vivir de la energía 100% natural para 2030.

Este proyecto “PHARES” (Programa de hibridación Avanzado para la Renovación de Energía en Sistemas Insulares) es un convenio transnacional. Proviene de una asociación entre la región de Bretaña y los condados de Devon, Hampshire y Norfolk. También es apoyado y financiado por Europa a través del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).

El proyecto se interrumpió en abril de 2016 tras el descubrimiento de una avería en el cable de alimentación submarino durante las operaciones de instalación. En estos dos años la máquina ha sido reparada y mejorada, duplicando la eficiencia de conversión, y hoy ya se encuentra situada a 55 metros de la superficie del mar, en el fondo marino del Pasaje de Fromveur, tramo de mar conocido por ser atravesado por corrientes muy fuertes, que pueden alcanzar fácilmente los 9 nudos.

Faro de la Jument situado frente a la costa de la Isla de Ouessant

En 2021, se instalarán dos turbinas adicionales. La compañía energética Akuo Energy, que está llevando a cabo este proyecto, completará el sistema con paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas.


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