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“Plantamos árboles por un mundo mejor. Ayúdennos a nosotros los niños a salvar nuestro futuro” es el lema de la organización Plant for the Planet, cuya creación fue promovida por un niño de tan sólo 9 años, en Alemania.

La inspiración surgió mientras hacía un trabajo sobre el cambio climático que le pidió uno de sus maestros de escuela. Mientras profundizaba su investigación se topó con la historia de la keniata Wangari Maathai, premio Nobel de la Paz, que había trabajado en la plantación de más de 30 millones de árboles en toda África como parte de su “Green Belt Movement”. Al final de su presentación, Felix compartió la idea de que todos los niños del mundo podrían plantar un millón de árboles en cada país del mundo y así crear, compensaciones de CO2 por cuenta propia, mientras que los adultos… sólo hablan de ello. Porque cada árbol plantado remueve de la atmósfera casi 10 kg de CO2 al año.

En marzo de 2007, los compañeros de clase de Felix plantaron el primer árbol frente a su escuela. Su ejemplo fue seguido por otras escuelas. En un año, los estudiantes habían plantado 50,000 retoños. Hicieron un sitio web y comenzaron a realizar y promover competencias de plantación. Estos eventos atrajeron la atención de los medios de comunicación como ningún evento ambiental anterior en Alemania. Klaus Töpfer, ex secretario de medio ambiente de Alemania, así como el ex director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se convirtió en un patrocinador de la iniciativa.

Luego Felix se hizo miembro de la Junta Junior del PNUMA y comenzó a ofrecer conferencias en importantes eventos ambientales y climáticos, como en el Parlamento Europeo, cuando acababa de cumplir 10 años y presentaba su sueño. Felix prometió al PNUMA que los niños plantarían un millón de árboles en cada país del mundo. A lo largo de los años, la semilla de sus sueños floreció en Plant for the Planet, en un movimiento global.

“No podemos confiar en que sólo los adultos salvarán nuestro futuro. Tenemos que tomar nuestro futuro en nuestras propias manos”, sostiene Felix.

En la Conferencia de Niños y Jóvenes del PNUMA en Corea del Sur, 800 niños y niñas adoptaron una declaración para la Cumbre del Clima en Copenhague. Al final de la Conferencia, Felix dijo al auditorio que quería plantar un millón de árboles en su país. En cuestión de minutos, cientos de niños y niñas procedentes de 56 países diferentes, decidieron unirse a Felix en el escenario y poner en práctica la idea de Plant for the Planet en sus respectivos países.

Lo que comenzó como una exposición escolar, hoy es Plant for the Planet, un movimiento que brota globalmente con una gran meta: plantar árboles en todo el mundo para combatir el cambio climático.

Campaña “Dejen de hablar, empiecen a plantar”. Felix Finkbeiner con Harrison Ford.

Con el objetivo de hacer la iniciativa aún más conocida, se realizó una campaña de comunicación con el título “Stop Talking, Start Planting”/”Dejen de hablar, empiecen a plantar”. La campaña  ayudó a difundir la idea, movilizando a las celebridades políticas, culturales y artísticas en busca de apoyo. Las fotos con destacados promotores como Harrison Ford, el príncipe Alberto de Mónaco y Michael Otto pueden verse en todo el mundo.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que originalmente había lanzado la Campaña de los mil millones de árboles, cambió la gestión de esa iniciativa a los niños y jóvenes de Plant for the Planet. Para 2011, se habían plantado más de 12 mil millones de árboles en todo el mundo, con el apoyo de gobiernos, empresas, individuos y la sociedad civil.

Actualmente Felix tiene de 19 años, y Plant for the Planet cuenta con 15,2 billones de árboles plantados en 193 países.

PROYECTO DE PLANTACIÓN EN CAMPECHE, MEXICO:
El 8 de marzo de 2015 plantaron su primer árbol en un bosque desforestado adquirido por la Fundación Plant for the Planet, con base en Uffing. Está situado en la península de Yucatán, en el Golfo de México. Tras plantar el millonésimo árbol, hicieron una promesa: “Cuidaremos de cada árbol plantado y cada año plantaremos 1 millón de árboles más que el año anterior”. Para cumplir con esta promesa, se propusieron contar con 36 trabajadores adicionales cada año.

Campeche, Mexico: Hoy ya tienen más de 100 trabajadores en el área de siembra y han plantado más de 3,000,000 árboles.

EMBAJADORES DE LA JUSTICIA CLIMÁTICA:
Desde el principio, las personas que apoyaron el desarrollo de Plant for the Planet se dieron cuenta de que, para ampliar la iniciativa, necesitarían un montón de “Felixes” para difundir su proyecto en todo el mundo. En 2008, la organización comenzó a organizar Academias de Plant for the Planet, que ahora han llegado a más de 67,000 niños de 66 países diferentes.

Las Academias de Plant for the Planet se organizan en Alemania y en el resto del mundo. Generan actividades de niños para niños, para que juntos tomen medidas contra el problema de la crisis climática. Los niños que se comprometen como Embajadores por la Justicia Climática transmiten sus conocimientos en las Academias. También animan a los otros niños a asumir la responsabilidad social y a dar forma activamente al futuro.

Cada academia es un taller de un día, durante el cual los niños capacitan a otros niños para que actúen. Al final del día, a los participantes se les otorgan certificados de “Embajadores de Justicia Climática”.

“No creemos que podamos salvar al mundo entero con solo plantar árboles. Si queremos tener un futuro más positivo por delante, tendremos que hacer mucho más”, se señala en el sitio web de la organización.

Esta plantación masiva de árboles es una especie de cuenta de ahorro que proporcionará recursos de por vida para las generaciones futuras. La forma de llegar allí, como explica Finkbeiner, es fortalecer el sentido de justicia climática de las personas, entendiendo que los países ricos que emiten más CO2 contribuyen a los países en desarrollo.

“Para nosotros, los proyectos de plantación en el sur global son los más importantes. La gente del norte puede ayudar a financiar esos proyectos. En el sur, los árboles crecen mucho más rápido que en el norte. Además, los proyectos de plantación pueden mejorar el entorno local y, por supuesto, proporcionar empleos”, dice Finkbeiner.

Para conocer más acerca de Plant for the Planet en Facebook o en el sitio Plant for the Planet.

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