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Una aplicación diseñada para hacer frente al desperdicio de alimentos ha demostrado ser un salvavidas accidental para las personas que están luchando para darse el lujo de alimentarse.

En el Reino Unido solamente, siete millones de toneladas de alimentos y bebidas terminan en la basura de los hogares. La aplicación para dispositivos celulares OLIO se creó con la intención de ayudar a las personas con excedentes de alimentos a conectarse con las personas que lo desean.

Es una premisa simple: agrega la comida que no comerás a la aplicación gratuita y alguien se comunicará contigo para preguntarte si puede tenerla. Luego la recogerán y la utilizarán para comerla. Si no es oportuno que alguien pase a recogerla, los usuarios pueden dejarla en un punto de venta local.

No importa si la comida está suelta, cruda, cocinada, abierta, sin abrir o lo que sea, siempre que sea comestible, OLIO la tomará. La idea se basa en que la gente local intercambie alimentos sin que se involucre dinero.

De este modo, la novedosa aplicación conecta a los vecinos entre sí y con las empresas locales para que los alimentos excedentes se puedan compartir y no se desechen. Podría ser una comida que se acerque a su fecha de caducidad en las tiendas locales, verduras de más de tu huerto, pan del día del panadero o alimentos de tu refrigerador cuando viajas.

Pero mientras que miles de usuarios han estado usando la aplicación simplemente para combatir el desperdicio de alimentos, ha habido un efecto secundario inesperado: las personas en dificultades financieras ahora lo están usando para alimentarse.

“Muchos de nuestros voluntarios a menudo dijeron cosas como: ‘ser voluntario de OLIO ha dado un significado real a mi vida porque los usuarios me han dado las gracias, diciendo que no hubieran podido alimentar a su familia esta noche si no hubiera sido por OLIO“, comenta la cofundadora, Tessa Cook.

Cook, quien lanzó la aplicación en 2015 junto a Saasha Celestial-One, dijo que escuchar historias sobre personas que usan su app para  alimentarse le provoca una mezcla de emociones.

“Nuestra campaña busca impulsar a las personas a la acción, a través de la compasión, la presión colectiva, la acción comunitaria y el intercambio entre vecinos. Creemos que está claro que los políticos no hacen demasiado para resolver este problema y que es hora de que los ciudadanos den un paso adelante”, agrega Cook.

Cook explicó que los problemas del desperdicio de alimentos y la pobreza alimentaria están vinculados, aunque no es tan simple la relación que implica.

A veces las personas que no tienen recursos para alimentarse sienten vergüenza cuando las envían a un banco de alimentos, por lo que este recurso tecnológico actúa como una alternativa libre de estigma, que permite a los vecinos unirse y sentir una conexión de vecindad.

Debemos reconocer que no somos inmunes a caer en tiempos difíciles. Puede sucederle a cualquiera de nosotros. Muchos estamos a pocos sueldos de las dificultades económicas y muchos de nosotros podríamos fácilmente sufrir una sacudida disruptiva en nuestras vidas, lo que lleva a una pendiente resbaladiza.


Aunque apenas han comenzado, los OLIOers ya han logrado mucho. ¡Juntos, para acabar con el desperdicio de alimentos!

971,783 OLIOers se unieron a la Revolución de compartir alimentos – #FoodSharingRevolution

1,448,269 porciones de comida han sido compartidas

¡32,478 voluntarios de OLIO y héroes que recogen, rescatan o distribuyen comida para evitar su desperdicio!

49 países que han compartido con éxito alimentos


No solucionarás los problemas en todos los rincones del mundo azotados por la hambruna con esta aplicación, pero podrías ayudar a muchos desconocidos en situación de necesidad, a los vecinos de tu barrio, a las personas con las que trabajas, a tus amigos o incluso a tu familia.

Para conocer más acerca de este tema cliquea a continuación para ver su página de Facebook OLIO o su sitio OLIO en Internet.

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