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Todo el mundo ama una buena batalla de Photoshop. Es uno de esos grandes proveedores de procrastinación que nos ayudan a distraernos temporalmente de las trampas de la realidad.

La última de una larga serie de brillantes batallas se produce porque Taylor Swift, en una foto, se imaginó inclinándose y abriendo los brazos. Es muy probable que sea parte de una rutina en vivo que hace en el escenario, pero sacada de contexto es sólo una gran fuente de infinitas posibilidades para Photoshoppers experimentados.

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