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“Los plásticos fueron hechos con petróleo; cuando fueron trabajados se les añadió forma y color. En mi propuesta se revierte la forma y el color para poder simplificar el material hasta regresarlo a su estado natural”, explicó Gerardo Nungaray Benítez.

Nungaray es un científico mexicano que ha dedicado gran parte de su vida a la investigación en catalizadores y materiales pétreos con el fin de ayudar en la protección al medio ambiente.

Uno de sus proyectos destacados consiste en una máquina capaz de generar diesel o gasolina a partir de plásticos recuperados de la basura, logrando 90% de efectividad, a través de un proceso de refinamiento. El combustible obtenido puede ser utilizado en automóviles sin realizar ninguna modificación al motor en donde se aplique. Esta tiene 87 octanos, mientras que la gasolina “reciclada” es de 79. Según estima Nungaray, podrían llegarse a producir hasta 270 mil litros mensuales en una planta.

El proceso que realiza la máquina que ha creado Nungaray consiste básicamente en la inducción del fenómeno conocido como pirólisis, para lo cual se utiliza un catalizador sobre los plásticos que se quieren transformar.

“Tristemente esto comenzó una vez que fui a llevar algunos residuos al basurero municipal. Ahí había un niño hurgando en la basura. Él abrió una bolsa en la que había gasas, hisopos, materiales de curación, jeringas.”

Me pareció muy riesgoso para una persona así manejar todos esos residuos patológicos. Entonces me dije: “Voy a hacer algo”, se sincera el innovador científico.

Gerardo realizó una investigación y lo primero que desarrolló fue un instrumento con el que los sábados iba a incinerar residuos biológicos infecciosos al basurero municipal. En cuanto a los resultados tangibles, no obtuvo mucho, pero ayudó porque con ello entró al mundo de la pirólisis y se dio cuenta precisamente de todos los materiales que hay en la basura y cómo se pueden aprovechar.

Según el tipo de residuo, es el resultado que puedes obtener. Es decir, no porque algo sea de plástico vas a obtener el mismo efecto, ya que hay un sinfín de productos plásticos y todos te arrojarán un resultado diferente”, dice el científico.

De ahí se obtiene grasa, bitumen (chapopote), aceite, diesel, gasolina, en ese orden; si quisiéramos continuar, obtendríamos hasta tíner. Se trata de partir las moléculas de ese hidrocarburo hasta obtenerlo en su forma más sencilla. El emprendedor investigador, devenido en experto ya constituyó la empresa Ecoinova para promover este y otros proyectos sustentables.

“Mucha gente puede pensar que deshacerte de un plástico es quemarlo, pero la pirólisis no es así. Es decir, sí se calienta el plástico pero sólo dentro de una cámara controlada en la que esos gases precisamente son el resultado que se obtiene. Entonces, con ayuda de esos gases es como se obtiene el combustible. A diferencia de quemar el plástico en un basurero municipal o dejarlo en el suelo para que se degrade, lo cual es pésimo”, explicó el creador de este novedoso invento.

¿Qué es la pirólisis? Es un proceso alternativo a la incineración convencional que consiste en la descomposición térmica de la materia orgánica en ausencia de oxígeno y otros agentes gasificantes.

En este proceso, la naturaleza y la descomposición de los productos finales pueden clasificarse en tres grandes grupos en función de las propiedades de los residuos tratados, de la temperatura y presión de la operación, y de los tiempos de permanencia del material en la unidad de pirólisis.

En el año 2014, la máquina obtuvo el tercer lugar en el concurso “Una idea para cambiar la historia”, de History Channel, que se realizó en la región de América Latina.

Inspirador, ¿verdad?.

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