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Volaron 40.000 km sin combustible pero con un suministro inagotable de inspiración y energía. Un desafío audaz y una aventura significativa en todo el mundo para animar a las personas a proteger nuestra calidad de vida mediante el uso de la eficiencia energética y las energías renovables. Viajar a través de la tierra y el océano, para inspirar al público, estudiantes, empresarios y líderes políticos.

Dos pilotos de Solar Impulse se asociaron para demostrar el potencial de las tecnologías limpias: Bertrand Piccard psiquiatra y explorador con visión vanguardista, y André Borschberg ingeniero y empresario con experiencia de gestión.

Ambos emprendieron y lograron algo que hoy parece imposible: la primer vuelta al mundo en un vuelo impulsado sólo por el sol, sin combustible, ni emisiones contaminantes.

Juntos lograron el récord de vuelo individual que duró 5 días y 5 noches sin combustible desde Abu Dhabi a Hawai y transmitieron un mensaje claro: todo el mundo puede usar las tecnologías de este avión solar para reducir a la mitad el consumo energético mundial, ahorrar recursos naturales y mejorar nuestra calidad de vida.

Solar Impulse, la empresa que desarrolló este avión, demostró que las tecnologías limpias pueden alcanzar metas imposibles.

“Espero que la gente entienda que no sólo es un primer paso en la historia de la aviación, sino también en la historia de la energía. Es un momento muy, muy especial, hace 15 años que estoy trabajando en este objetivo. Todas las tecnologías limpias que usamos, se pueden usar en todas partes”, dijo Piccard.

Durante la vuelta al mundo, Bertrand alternó con André para volar los 16 tramos del viaje, pasando hasta cinco días en la cabina sin calentar y sin presión, tomando solamente siestas cortas. André voló el tramo más largo sobre el Pacífico de Japón a Hawaii, rompiendo el récord para el viaje ininterrumpido más largo en historia de la aviación.

“Nosotros hemos volado 40.000 km, pero ahora le toca a otras personas llevarlo más lejos. Depende de cada uno en cada casa, cada jefe de estado, cada alcalde, cada empresario o CEO de una empresa ir más allá”, dijo Piccard.

Bertrand también contó que su mayor desafío fue obtener en primer lugar la licencia de piloto. El reto era venir del mundo del globo y del vuelo al aire libre al mundo de los aviones e instrumentos y procedimientos. Cuando inició el proyecto, no tenía licencia de avión, así que tuvo que entrenarse durante seis años. Hizo cientos de horas para poder volar un prototipo de avión.

Para el aviador, el tramo final de El Cairo a Abu Dhabi fue particularmente duro, debido a que tuvieron que volar a gran altitud para evitar lo peor de la turbulencia.

“Fue un vuelo mucho más exigente y agotador. Fue tan turbulento, que hubo momentos en la última noche en los que no pude descansar en absoluto, tuve que luchar constantemente con mis controles de vuelo”, relató Bertrand.

“Trabajé durante 15 años para lograr la demostración de las mejoras de estas tecnologías, así que ahora realmente quiero aprovechar esta experiencia y crear un consejo mundial para tecnologías limpias. Eso permitirá a todos los expertos y especialistas asesorar a los gobiernos y a las grandes corporaciones sobre qué tipos de tecnología usar para luchar rentablemente contra el cambio climático y proteger el medio ambiente de manera sustentable”, manifestó Piccard.

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, declaró:

“Solar Impulse ha volado más de 40.000 kilómetros sin combustible, pero con un suministro inagotable de energía e inspiración. Este es un día histórico para el capitán Piccard y el equipo Solar Impulse, pero también es un día histórico para la humanidad”.

El avión, que tiene una envergadura más ancha que un Boeing 747, lleva más de 17.000 células solares en sus alas. Desde su primer vuelo ha cruzado tanto el Océano Pacífico como el Océano Atlántico sin combustible fósil y ha pasado más de 30 días en el aire. Durante la luz del día, los paneles solares cargan las baterías del avión, que representan un cuarto del peso de la nave de 2.3 toneladas. El avión vuela a unos 50 kmh (30 mph), aunque puede ir más rápido si el sol es brillante.

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