🌳 ¿Deseas un lugar “verde” para vivir? Costa Rica es el país más feliz del mundo
Costa Rica fue nombrado el año pasado como el país más avanzado a nivel medioambiental y el más feliz del mundo, seguido por México, Colombia, Vanuatu y Vietnam según el Índice del Planeta Feliz de la New Economics Foundation, y que tiene en cuenta para la clasificación: “en qué parte del mundo la gente está utilizando los recursos ecológicos de forma más eficiente para tener una vida larga y feliz.”
Puede sorprenderte que ni los EE.UU. ni ningún país europeo esté entre los diez primeros. El Índice del Planeta Feliz pondera la esperanza de vida, el bienestar, el impacto ambiental y la desigualdad para calcular la calidad de un país y el gobierno de Costa Rica ha hecho un esfuerzo y una inversión significativa en todos y cada uno de estos aspectos.
En 1949, Costa Rica eliminó su ejército y decidió invertir los fondos militares en salud y la educación; una decisión que ha dado sus frutos en varios frentes.
En el año 2016, la educación se llevó el 8 % del presupuesto nacional. A modo de comparación, su vecino El Salvador gasta el 3,42 % de su PBI en educación, los EE.UU. gastan el 5,22 % y Colombia destina el 4,67 %.
En cuanto al medio ambiente, Costa Rica ha sido durante mucho tiempo un país pionero. Ya en la década de los 90, el país aprobó una serie de leyes de “cultura verde”, incluyendo la Ley de Bosques Nacionales financiada con impuestos que protege los bosques, las aguas, la biodiversidad y la belleza natural tanto para atracciones turísticas como para recursos científicos.
También desarrolló un sistema de financiación, apoyado por el gobierno y por organizaciones internacionales, para pagar los programas de protección ambiental.
Otras iniciativas verdes incluyen el Eco-Marchamo: un impuesto complementario y voluntario que permite a los conductores compensar el 100 % de las emisiones generadas por el consumo de combustible durante un año; así como la Certificación de Carbono-Neutral que incentiva las buenas prácticas ambientales para las empresas de Costa Rica.
La política nacional de salud también incluye como objetivo explícito lograr “un desarrollo socio-económico ambientalmente sostenible”, basado en la teoría de que este crecimiento permitirá que este pequeño país pueda enfrentar grandes retos internacionales, tales como las crisis de salud, el aumento de la violencia y el cambio climático.
En resumen, Costa Rica ha incorporado en su modelo de gobierno la capacidad de hacer frente a los principales problemas ambientales y de salud con los que se enfrenta el mundo actual. Como resultado, también tiene un buena posición en el Índice Global de Trabajadores Felices y en el Índice de Libertad Individual. Este pequeño país además es líder en Centroamérica en cuanto a derechos laborales y se encuentra entre las economías más competitivas de América Latina.
Esto pone de manifiesto un aspecto clave del Índice de Planeta Feliz: las políticas públicas tienen un gran impacto en el bienestar de la población.
Pero no son el único dato a tener en cuenta y dichas clasificaciones, aunque sean un pequeño orgullo para una país centroamericano tan pequeño, tienen sus limitaciones. En primer lugar, los índices globales inevitablemente incluyen algunos indicadores y excluyen otros.
Es destacable que de entre los diez primeros países “más felices” del Foro Económico Mundial sean dos naciones altamente subdesarrolladas, Vanuatu y Bangladesh. Ambos no sólo tienen una baja competitividad global, sino que también están en un puesto muy bajo en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
¿Cómo es posible entonces que un país sea feliz y ecológico feliz, pero subdesarrollado? El Índice del Planeta Feliz no tiene en cuenta algunos indicadores como los ingresos, el acceso al agua potable y la electricidad o las tasas de pobreza. Si se tuvieran todos estos factores en cuenta, se podría establecer una imagen mucho más completa, y probablemente muy diferente, de la felicidad.
Según el Comité de Políticas de Desarrollo de la Naciones Unidas, los países menos desarrollados del mundo se caracterizan por tener una deficiencia en los ingresos per cápita y por la vulnerabilidad económica. Es decir que al menos el 50 % de la población vive en la pobreza extrema y también son los países que están más expuestos al cambio climático y a sus consecuencias.
¿Entonces un país verde es sinónimo de un país feliz? El Índice del Planeta Feliz es útil si queremos reconceptualizar la felicidad en términos de bienestar ambiental y prácticas sostenibles.
En los países subdesarrollados, las bajas emisiones de carbono claramente tienen más que ver con la falta de industria que con las políticas ambientales. Estos países simplemente no estuvieron sometidos a los mismos procesos de crecimiento económico que experimentaron los países desarrollados desde la Revolución Industrial hasta la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, Ecuador es sostenible (e incluso feliz), pero sigue siendo bastante pobre.
Es difícil hablar de felicidad en países donde las condiciones de vida no son ni siquiera mínimamente aceptables. Incluso, a pesar de su compromiso ambiental, en Costa Rica la desigualdad a nivel de ingresos sigue siendo muy alta.
Lo mismo se podría decir de los otros países en los primeros puestos del Índice del Planeta Feliz, México y Colombia, cuyas puntuaciones del índice de pobreza, reflejan la gran desigualdad en la distribución de la riqueza. De hecho, Colombia es el segundo país con más desigualdad de América Latina, una región que se caracteriza por su brecha de riqueza.
Costa Rica ha conseguido muchas cosas desde que se alejara de la guerra y emprendiera su camino hacia el bienestar nacional hace medio siglo. Sin embargo, existen muchos desafíos pendientes hasta que sea un país del todo verde y verdaderamente feliz.
Para crear el tipo de sostenibilidad que vincula de forma fundamental el desarrollo humano, social y ambiental, tiene que existir una cooperación entre la política, la ciencia, la educación y el activismo ciudadano.