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Una revolución de reparación no tan silenciosa está teniendo lugar en las comunidades de toda Gran Bretaña. Los consumidores, hartos de tener que tirar los teléfonos rotos, tostadores y otros aparatos, en cambio se reúnen para aprender a reparar y ampliar la vida de sus productos. Estas “reuniones de reparaciones”, donde las personas de ideas afines pueden mejorar o aprender nuevas habilidades en un ambiente de apoyo, puede evitar que los productos aún útiles terminen en el bote de basura, a la vez que se ahorra dinero.

Los avances tecnológicos y las nuevas aplicaciones, combinados con la obsolescencia más rápida de los productos, hacen que los equipos eléctricos y electrónicos constituyan uno de los flujos de basura de más rápido aumento en el mundo. La creciente demanda de estos productos también está impulsando niveles sin precedentes de extracción de recursos para mantenerse al día con el aumento de las tasas de fabricación de bienes cotidianos, algo que el planeta apenas podrá soportar.

El número de electrodomésticos y dispositivos en los hogares del Reino Unido se triplicó entre 1970 y 2002 y continúa creciendo. El hogar promedio ahora posee cerca de 41 artículos eléctricos. Muchos productos desarrollan fallas sencillas que son difíciles para el aficionado de reparar, lo que resulta en la compra de productos de reemplazo y equipos con pequeños defectos que se eliminan. Para muchos consumidores, la reparación es sólo una opción para los artículos de alto costo, como automóviles y computadoras personales, o para accesorios domésticos como sistemas de calefacción o lavadoras.

La capacidad de reparar los bienes es clave para mantener la funcionalidad de los productos y retrasar o evitar su eliminación. El gobierno reconoce el valor de la reparación como parte de una estrategia de reducción de residuos, y los gobiernos galés y escocés también han señalado un fuerte respaldo para la acción práctica que fomenta una economía circular. En Suecia, se prevé reducir el IVA sobre los trabajos de reparación del 25% al ​​12%, y en Francia hay sanciones por “obsolescencia planificada”, para quienes producen intencionalmente bienes con vidas cortas. Alemania y España también han estado estudiando el tema.

Las organizaciones comunitarias están proporcionando enfoques innovadores para la reparación de una variedad de productos, incluyendo ropa y equipo eléctrico. El acceso a información, repuestos y herramientas está disponible en sitios web como iFixit, que publica guías que enseñan a la gente a “arreglar casi cualquier cosa” e invita a los usuarios a crear otras nuevas.

El proyecto Restart, con sede en Londres, es una iniciativa de reparación basada en la comunidad que organiza un foro para individuos motivados para intentar reparaciones que amplíen la vida útil de una variedad de artículos, concentrándose principalmente en equipos eléctricos y electrónicos y promueve conciencia sobre formas de reciclado para elementos que ellos no pueden arreglar.

Reiniciar también organiza eventos emergentes, donde los miembros del público pueden llevar consigo artículos eléctricos rotos e intentar repararlos con algún apoyo. No cobra una cuota de membresía, y la admisión a los eventos que organizan también es gratuita. Su objetivo es simplemente permitir la reparación para ayudar a prolongar la vida útil de los equipos eléctricos y electrónicos y reducir el número de estos elementos que se convierten en residuos.

Los voluntarios de Restart actúan como “entrenadores de reparación”. También son reuniones sociales, por lo que incluso si las reparaciones no tienen éxito, los participantes siguen encantados de ir. Restart también actúa como una herramienta educativa: a través de una variedad de medios, distribuyen información y conciencian sobre los impactos ambientales de los productos al final de su vida útil.

Algunos consumidores carecen de las habilidades, el conocimiento o la confianza para intentar reparaciones, incluso cuando los recursos están disponibles. La confianza parece desempeñar un papel importante en la voluntad de intentar reparaciones. A menudo es fácil aprender a reparar y comprar las herramientas y piezas en Internet, pero el diseño compacto de los aparatos eléctricos y la electrónica a menudo hace que sea una tarea implacable. Los eventos de reparación emergente ofrecen un ambiente de apoyo en el que se puede recibir ayuda y apoyo para completar las reparaciones, mejorando su autoestima.

Los participantes también describieron una falta de confianza en los “Service”, servicios de reparación comercial con casi la mitad de los participantes incapaces de nombrar a un reparador en quien confiaran. Varios mencionaron también que el costo percibido de una reparación era excesivo.

En general la gente es menos propensa a reciclar sus artículos eléctricos que otros desechos como papel, vidrio y latas. Esto es un problema porque los artículos eléctricos contienen materiales que requieren grandes consumos de energía para fabricarse y transportar. Sin embargo, los eventos de reparaciones emergentes pueden fomentar la eliminación correcta de artículos caseros rotos y no deseados, diciéndole a la gente la mejor manera de deshacerse de ellos, para su posterior reciclaje.

Los eventos de reparación emergente, como los organizados por Restart, tienen el potencial de revitalizar nuestro entusiasmo por la reparación.

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