Compartir

La historia de un proyecto fundado en el respeto, las convicciones y el altruismo. Manos a la obra que tienen como misión facilitar el poder curativo del arte a niños y sus familiares en situaciones de crisis.

Desde hace 10 años y de manera ininterrumpida facilitan canales de expresión a los chicos que más lo necesitan. Para que los pequeños artistas puedan jugar y expresarse siempre en las salas de espera de los Hospitales Pediátricos Públicos.

En el 2006 cuando Frank Etxaniz, fundador de la ONG estadounidense CHAP Children’s Healing Art Project, pasó por la ciudad de Buenos Aires,  Argentina, quiso hacer una experiencia desarrollando su tarea en una institución pública. Eligió el Hospital Pediátrico Garrahan, el más importante de la ciudad. Con el desinteresado apoyo de la Fundación Garrahan se realizaron varias jornadas con los chicos de la escuela hospitalaria.

Fue tal el éxito de la actividad que los contactos locales de Etxaniz fueron invitados a seguir realizándola semanalmente en la sala de espera del Hospital de Día. Gracias a donaciones de materiales, trabajo voluntario y la aprobación de la Directora Asociada de Atención al Paciente, este taller se mantuvo desde entonces hasta hoy.

En los espacios de expresión artística se prioriza ante todo la libre elección, porque en ella se encuentra lo personal, lo auténtico y lo artístico.

“Transformamos lo traumático y el nerviosismo de la espera en energía creativa, creando un lugar dentro del hospital donde los niños son vistos por sus inquietudes artísticas y no por su diagnóstico. Se invita a toda la familia a participar ya que entendemos que la situación de crisis la sufre el grupo familiar entero”, cuenta Pedro Ortiz, el coordinador de la ONG, con una sonrisa que contagia optimismo.

La exhibición de las creaciones completa el objetivo, ya que enorgullece a los niños, levantando su autoestima, además de hacerles sentir el espacio como más propio. Los dibujos pueden también ser llevados a sus casas y de esta manera tener un recuerdo positivo, lúdico y colorido del hospital.

En el año 2010 comenzaron a desarrollar un nuevo taller semanal, en otro centro médico, el Hospital Gutiérrez. La respuesta fue extraordinaria. Desde entonces trabajan junto a los pacientes del emblemático Hospital de Niños en Buenos Aires.

A principios del 2014 sumaron el Hospital Elizalde, pudiendo orgullosamente decir que tienen presencia en los tres Hospitales Pediátricos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Grandes ideas inspiradoras que logran trascender, mejorar y embellecer el camino de muchos niños.

Compartir