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Ubicado en Pensilvania, las montañas de Pocono se abren a las vistas impresionantes y hermosas que consisten en ríos, montañas y bosques. Es por ello que a principios de 1960 comenzaron a aparecer en esta región los resorts para escapadas románticas. En 1963, el jacuzzi en forma de corazón fue introducido en el Caesars Cove Haven en Lakeville, Pennsylvania. Esta última novedad, que hizo que las parejas acudieran a los Poconos, rápidamente llevó a que la región fuera apodada la “La capital mundial de la luna de miel.” Desde entonces, los tiempos han cambiado, y la luna de miel ha terminado; esto es lo que sucede cuando el amor se desvanece lentamente con el tiempo.

El fotógrafo Pablo Iglesias Maurer visitó diferentes lugares abandonados en los Poconos y los Catskills para mostrar cómo los lugares antes idílicos habían caído en mal estado y decadencia. En una serie de fotos, capturó cómo viejos hoteles y complejos de cabañas que figuran en las postales de 1960 se convirtieron en escenas de abandono.

Maurer se inspiró en una caja de cerillas que mostraba una piscina en Penn Hills Lodge y Cottages en el complejo de Poconos con huéspedes que descansaban y disfrutaban del lugar. Durante varias semanas, el fotógrafo viajó a cuatro estaciones de esquí: Penn Hills Lodge, Homowack Lodge en Catskills, Grossinger’s Catskill Resort Hotel y un complejo en el Poconos.

Escenas que alguna vez mostraron a los vacacionistas relajarse junto a la piscina, divertirse en una pista de bowling o tomar una copa en el salón para cócteles, ahora muestran paredes cubiertas de graffitis, pisos con gruesas capas de mugre y muebles destrozados.

“Anduve recorriendo un viejo centro turístico en el Poconos el año pasado, apenas algunos meses después de que un fuego quemó la mitad del lugar. En la postal, una pareja se posaba frente a un mirador. Ahora, es sólo un hoyo en el suelo”, escribió en Maurer.

La serie, titulada Estados Abandonados, tiene la intención de dar a los espectadores un sentido de lo que estos albergues fueron en su apogeo.

“Las fotos del abandono tienden a ser un poco estilizadas, pintando el decaimiento con un pincel nostálgico. Las postales, también, tienen su propio halo . En realidad, los lugares nunca fueron tan agradables como parecen. A menudo lucho por conseguir que las dos imágenes también queden alineadas. Pero el tiempo borra las diferencias, y pone todo en foco”, escribió Maurer.

Una piscina cubierta en Penn Hills Lodge y Cottages aparece en la portada de una caja de cerillas.

Una silla de salvavidas descolorida y abandonada y piezas de madera son todo lo que queda de este lago en el complejo de Poconos.

La piscina al aire libre de Grossinger fue construida en 1949 a un costo de 400.000 dólares o 5 millones en su equivalente al valor de mercado actual.

La piscina cubierta en Grossinger en el Catskills, ahora cubierta de graffitis.

Otra vista de la piscina cubierta en Grossinger’s. La piscina ha permanecido vacía desde finales de los 90 y ha decaído más allá de una posible reparación.

Un teatro con capacidad para 1.200 espectadores en un complejo de Poconos. El subtítulo en la parte posterior de la postal que promocionaba el teatro decía “el más moderno del mundo de un centro turístico”.

Una vez tapizado con alfombra color marrón, rojo, naranja y verde, este piso de una hotel de Poconos está hoy cubierto de musgo verde.

El salón de cócteles de un complejo ahora desaparecido en el Poconos. En la leyenda en la parte posterior se lee: “Tranquila relajación, sana recreación”.

La cancha de bowling Brunswick de cuatro pistas en Homowack Lodge, una vez parte de la famosa ‘Borscht Belt’. El complejo se cerró a mediados de los años 2000.

Un empleado del bowling en el complejo de Homowack en Catskills.

El ala G de Jenny, que abrió sus puertas en 1964, fue una de las últimas estructuras erigidas en Grossinger.

El Penn Hills Resort cerró sus puertas en 2009, aunque ya estaba sufriendo durante años antes de su desaparición. Muchas personas asumieron que el letrero apagado y las estructuras abandonadas eran otra víctima del colapso económico. Las escapadas románticas, una vez popular, fueron lentamente abandonadas por las mismas parejas y turistas que habían hecho de los Poconos “La capital mundial de la luna de miel” durante décadas.

Cuando el propietario, Frances Poalillo, no pagó millones en impuestos, el complejo cerró para siempr y fue abandonado. Desde entonces, la extensa propiedad de más de 60 acres situada en Analomink, Pensilvania, se ha ido desmoronando y fue invadida por la naturaleza.


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