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Las estupas de hielo de Ladakh son la solución a la crisis del agua en el alto desierto del Himalaya. Una idea ingeniosa para construir glaciares artificiales a menores altitudes usando tuberías, la gravedad y las temperaturas nocturnas, podría transformar un paisaje árido en un oasis.

La escasez de agua en 2017 desemboca en un bajo rendimiento de los cultivos. El rendimiento de la papa en la granja de Zangpo fue de solo 5000 kg. el año pasado, frente a los 7500 kg. habituales. De manera similar, el rendimiento de la cebada fue de solo 200 kg. en comparación con los 1000 kg. producidos cuando hay suficiente lluvia.

Para un agricultor de Ladakhi con una propiedad promedio de 10 kanal (50 hectáreas), tal pérdida es enorme. Toda la aldea tuvo que soportar pérdidas como consecuencia del agotamiento de los recursos hídricos.

La aldea de Nang en la región Ladakh de Jammu y Cachemira está a unos 30 km de la ciudad de Leh, a una altitud de 3780 m sobre el nivel del mar. Tiene 74 hogares y una población de 334 según el censo de 2011. La agricultura es el principal medio de vida de los aldeanos, y la patata, la cebada y los guisantes son los principales cultivos.

Nang no tiene un glaciar permanente. La corriente perenne y los manantiales naturales que suministran agua para beber y para riego no satisfacen la necesidad de todos los agricultores. Los veranos son cortos y, por lo tanto, solamente se puede cultivar un sólo cultivo al año.

La construcción de glaciares artificiales con participación comunitaria parecía ser la opción más viable, de hecho la comunidad entera participó en la selección del sitio del glaciar, la realización de estudios de factibilidad, la recolección de materiales de construcción y el proceso real de construcción.

Para repartir el agua, las familias se turnan para regar sus campos. La distribución del agua se rige por instituciones tradicionales de la aldea conocidas como chures y churpon. A raíz de la escasez de agua, los aldeanos decidieron construir un glaciar artificial en las partes altas de la aldea con el apoyo del Leh Nutrition Project (LNP).

“El objetivo del glaciar artificial es conservar cada gota de agua invernal, que de lo contrario se desperdicia, para usarla en la primavera. Como está a una altitud más baja, comienza a derretirse antes que un glaciar natural, es decir, pare el mes de abril y mayo, y de esta forma complementa el agua existente para la siembra de cultivos “, dijo Tsering Tundup, coordinador del proyecto de LNP.

Un glaciar artificial implica una técnica simple, rentable y única para aprovechar y conservar el agua en regiones frías y de gran altitud. Primero fue concebido e implementado por Chewang Norphel, un ingeniero civil retirado que trabaja con LNP.

Los aldeanos decidieron delegar a una persona de cada hogar para llevar a cabo la obra civil. Acamparon en el sitio durante dos semanas, ya que regresar a casa significaba una caminata agotadora de tres horas.

Se construyeron cuarenta terraplenes de pared de mampostería seca. Tras la puesta en servicio, la tecnología fue entregada al jefe de la aldea, conocida localmente como goba o nambardar. Se formó un grupo de usuarios para cuidar el mantenimiento de las estructuras.

Según Chewang Norphel, conocido cariñosamente como el “hombre de hielo”, de las 113 aldeas en el distrito de Leh, 32 aldeas enfrentan escasez de agua. Los glaciares artificiales ofrecen la mejor solución en la región montañosa y se pueden replicar en las aldeas que enfrentan escasez de agua.

Esta estrategia puede evitar la desertización de las altas aldeas en el Himalaya. Cuando se tiene la seguridad del acceso al suministro de agua, ¡todo es posible!

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