🔋El lado obscuro de las baterías
El metal blanco plateado es el ingrediente esencial de las baterías de los teléfonos inteligentes y, ahora, de los autos eléctricos. En vista del escándalo del trabajo infantil en las minas de la República Democrática del Congo, los industriales están bajo presión.
Según Unicef, casi 40,000 niños trabajaron en las minas del sur de la República Democrática del Congo en 2014, el mayor productor mundial. Probablemente sean mucho más hoy. Porque la demanda de cobalto es altísima. Y debería multiplicarse por cuatro para 2020 y por 11 en 2025.
Este metal blanco plateado, de la familia del hierro, es, con el litio, el ingrediente esencial de las baterías de los teléfonos inteligentes y de los autos eléctricos. La compañía Volkswagen quiere invertir 34 mil millones de euros en esta tecnología para 2022 y ya ha asegurado cinco años de suministro de este mineral casi precioso.
Pero es difícil pretender que quiere salvar el planeta con sus vehículos no contaminantes, mientras que los niños, a veces de 7 años, se marchitan en las minas de Katanga. Amnistía Internacional ha llevado las cadenas de responsabilidad del productor artesanal al fabricante de automóviles. Ésta es la razón por la cual la Bolsa de Londres, que cotiza en metales no ferrosos, la Bolsa de Metales de Londres, decidió lanzar una investigación sobre la fuente de cobalto que contienen sus fábricas.
La mitad de la producción mundial proviene de la República Democrática del Congo (RDC), donde el 20% del cobalto es extraído a mano en minas artesanales por “excavadores”. En enero de 2016, Amnistía Internacional criticó a grandes grupos por hacer la vista gorda ante la fuente del cobalto que utilizan para la fabricación de baterías. Dos años más tarde, un nuevo informe con African Resources Watch hace un balance acerca de cómo estas multinacionales han respondido. La ONG cree que “la situación sobre el terreno sigue siendo crítica ya que niños y adultos continúan trabajando en las minas de cobalto en condiciones peligrosas, y de violación del derecho internacional y los derechos humanos”.
Los “excavadores”, incluidos niños, trabajan con las manos desnudas, sin casco ni máscara. El polvo de cobalto es muy tóxico e inhalarlo puede causar enfermedades mortales a los pulmones. Otro peligro para los “excavadores” de minas artesanales es la estrechez y la profundidad de los túneles en los que algunos trabajan. Estos colapsan regularmente atrapando a los que están allí. “En 2015, al menos 80 mineros murieron”, dijo Amnistía.
Amnistía le da una mala puntuación a los fabricantes de automóviles, incluido Renault y Daimler. Después de fijar en 2016 alrededor de treinta grandes multinacionales que utilizan baterías producidas con cobalto, esta vez les envió un cuestionario para “evaluar” las medidas que habían puesto en marcha para mejorar sus cadenas de suministro.
“Los fabricantes de vehículos eléctricos van a la zaga de otros sectores en cuanto a prácticas relacionadas con la batería”, dice Amnistía, al señalar que “Renault y Daimler están mostrando resultados particularmente malos”. Según este informe, el fabricante francés carece de transparencia y, en una carta abierta al presidente ejecutivo Carlos Ghosn, Amnistía exige que Renault “asuma su deber de vigilancia en la República Democrática del Congo”.
Mientras tanto en el sector de la telefonía inteligente, según Amnistía, Apple “es la primera compañía en publicar los nombres de sus proveedores de cobalto”. Dell y HP habrían mostrado “signos alentadores”, pero Microsoft por su parte es uno de los 26 grupos que no han hecho pública la información sobre los proveedores”.