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En un llamamiento publicado por la revista BioScience 15.000 científicos de 184 países subrayan el estado alarmante de los indicadores del estado del planeta y piden medidas concretas contra el “sufrimiento generalizado y una pérdida catastrófica de biodiversidad”.

“Estamos poniendo en peligro nuestro futuro”alertan los 15,000 científicos sobre el estado del planeta.

Tenemos un “imperativo moral” para tomar medidas inmediatas contra el peligro que amenaza el futuro ecológico de nuestro planeta. Esta observación alarmista es la de los miles de científicos independientes, signatarios de un “Aviso a la humanidad” publicado el lunes 13 de noviembre 2017 en la revista científica BioScience.

Estos científicos de 184 países diferentes pretenden involucrar a especialistas, legisladores y público en general. Son parte de la tradición de una primera convocatoria, publicada en 1992 y firmada por más de 1700 científicos. Estas personalidades reconocidas alertaron entonces sobre el cambio profundo que era esencial aplicar en nuestra gestión de la Tierra para su preservación.

Veinticinco años después, los 15.000 signatarios de este nuevo inventario piensan que es hora de recordar las advertencias de sus mayores y evaluar las respuestas que la humanidad ha dado a este llamado. Desde 1992, no sólo la humanidad no ha logrado avanzar lo suficiente para abordar estos desafíos medioambientales anunciados, sino que es muy inquietante observar que la mayoría de ellos ha empeorado considerablemente, dicen los científicos, entre los cuales se incluyen biólogos, físicos, químicos o incluso especialistas en clima. Se basan, para esta observación, en los indicadores utilizados en 1992: recursos hídricos, deforestación y aumento de las temperaturas actualizados con datos recientes.

Señalando las consecuencias del aumento en el volumen de gases de efecto invernadero, la deforestación y la producción agrícola, los firmantes también indican que está en marcha un “fenómeno de extinción en masa”, que podría conducir a la desaparición de muchas formas de vida.

“La humanidad recibe hoy una segunda advertencia. Estamos arriesgando nuestro futuro al no estar al tanto de ciertos problemas, comenzando con nuestro intenso consumo de material y el crecimiento demográfico mundial rápido y continuo, o la incapacidad de detener la contaminación y proteger hábitats naturales. La humanidad no toma las medidas urgentes necesarias para preservar nuestra biosfera en peligro de extinción”, resume el texto.

“Los políticos que son sensibles a la presión, los científicos, las personalidades de los medios y los ciudadanos comunes deben exigir que sus gobiernos tomen medidas inmediatas”, dicen los firmantes, que piden “presión de la sociedad civil”  y campañas inteligentes basadas en evidencia, liderazgo político y una sólida comprensión de los instrumentos de política, los mercados y otros factores.

Además de la acción política necesaria, también es hora de volver a examinar nuestros comportamientos individuales, ya sea limitando nuestra propia reproducción o disminuyendo drásticamente nuestro consumo per cápita de combustibles fósiles, carne y otros recursos. Para los científicos, este es un imperativo moral para las generaciones presentes y futuras de seres humanos y otras formas de vida.

Evidencia existente de una posible acción:

Para los científicos, hay evidencia de que somos capaces de hacer cambios positivos cuando actuamos con determinación. El rápido declive de las sustancias nocivas para la capa de ozono, la lucha contra el hambre y la pobreza extrema, así como la disminución de la tasa de fecundidad en varias áreas o la tasa de deforestación, son todas señales de que hemos aprendido mucho.

Estos avances no satisfactorios deben conducir a nuevas medidas. El texto enumera varios ejemplos de medidas efectivas y diversificadas que la humanidad podría tomar. Entre ellos, proteger o restaurar el estado salvaje a algunas regiones con el fin de preservar la diversidad de hábitats y especies y restaurar los procesos ecológicos, reducir el desperdicio de alimentos, favorecer una dieta basada en plantas, consumir energías “verdes” reduciendo la utilización de los combustibles fósiles, desarrollar tecnologías ecológicas o abordar el tamaño de la población humana.

Al igual que el informe, la conclusión es inflexible: “Pronto será demasiado tarde para desviarnos de nuestra trayectoria condenada al fracaso, y el tiempo se está acabando. Para evitar el sufrimiento generalizado y una pérdida catastrófica de la biodiversidad, nuestras prácticas deben cambiar”, insisten los signatarios. Y según ellos, pasa por la concientización:  “la Tierra, con toda la vida que alberga, es nuestro único hogar”.

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