🍺 “Atrapanieblas” ¡la mejor cerveza de neblina!
En los países empobrecidos, la escasez de agua es el principal limitante de las actividades productivas de las zonas rurales, mayoritariamente agricultura y ganadería. A la falta de lluvias se suma muchas veces la ausencia de cobertura vegetal en el terreno que actúe como captador natural de agua y además favorezca su infiltración en el suelo recargando los acuíferos subterráneos que abastecen los manantiales naturales desde los que se provee de agua la población.
Algunas de las zonas afectadas por este problema cuentan con una fuente alternativa de agua que no siempre es aprovechada: la niebla. Este es el caso de zonas desérticas de la costa oeste de Sudamérica, principalmente en Chile y Perú, donde se forman nieblas procedentes del océano pacifico, y también en zonas del interior del continente en los valles donde se forman otro tipo de nieblas durante la madrugada.
Por eso, el desarrollo de mecanismos que mejoren la captación de las pequeñas gotas de agua que conforman la niebla es fundamental para la población de estas regiones.
Aunque este mecanismo, que consiste en reproducir la captación de agua de la atmósfera que realiza la vegetación de forma natural, es conocido desde la antigüedad, recién en los años 60 en Chile se comenzó a investigar y diseñar instrumentos sencillos y eficientes.
Las primeras investigaciones de los sistemas “atrapanieblas” comenzaron con el equipo de investigadores liderado por el Dr. Robert Schemenauer, del Departamento de Medio Ambiente de Canadá, y la profesora Pilar Cereceda, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Desde entonces se ha experimentado con una gran variedad de diseños, aunque los más difundidos y aplicados son los del tipo SFC (Standard Fog Colector) debido a su sencillez y su elevada eficiencia de captación de agua. Este colector consta de un panel de doble malla soportado por postes verticales, que se coloca de forma perpendicular a la dirección predominante del viento.
En la ciudad de Peña Blanca, Chile, existe uno de los mayores centros de estudio de “atrapanieblas”. Allí, en las colinas que rodean la ciudad, hay seis grandes redes.
“Gracias a estos dispositivos han logrado combatir la desertificación de la región y ahora hay 100 hectáreas cubiertas de plantas que antiguamente eran típicas de la zona”, contó Nicolás Schneider, asesor técnico del proyecto.
En el centro de la comunidad de la reserva ecológica Cerro Grande, ubicada en el secano costero de la provincia del Limarí, hay un pequeña edificación: la cervecería artesanal “Atrapaniebla”, que usa el agua de los atrapanieblas para la elaboración de su producto famoso en la zona por su particular sabor y excelente calidad.
Los hermanos Carcuro han desarrollado lo que parece una quimera en una zona donde el agua escasea. “Atrapaniebla” es una empresa pequeña que produce cerca de 24.000 litros por año cuenta uno de sus dueños, Miguel Angel Carcuro, quien se siente sumamente orgulloso por los logros obtenidos.
El agua potable es un recurso no renovable y muy escaso en nuestro planeta. A través de la creatividad y la inspiración ciertos inventos pueden cambiarlo todo y solucionar un problema mundial y al mismo tiempo generar fuentes de trabajo.