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El Arte de la Analgesia

Un reciente estudio, cuyos resultados fueron publicados el 24 de Julio 2018 en Pain Medicine, fundado en la exploración del efecto analgésico de la conexión social, sugiere que las visitas a los museos de arte pueden tener un efecto para disminuir el dolor y la desconexión social entre las personas con dolor crónico.

Los pacientes con dolor crónico que realizaron visitas guiadas a museos de arte sintieron posteriormente menos incomodidad y desagrado relacionado con su dolor, según hallaron los investigadores.

Para comprobarlo, invitaron a 54 visitantes —que informaron experimentar dolor crónico— al Crocker Art Museum en Sacramento, California a participar en recorridos privados de una hora dirigidos por el personal de la galería.

Los recorridos incluyeron de tres a cinco objetos por observar. Los participantes del estudio tenían dónde sentarse en la galería cerrada temporalmente a otros visitantes para que la experiencia fuera más tranquila y fácil para las personas con problemas de movilidad.

Los diálogos de los guías del museo se centraron en las experiencias de los participantes más que en el objeto de arte y su historia. Además, los guías hicieron hincapié en la inclusión, subrayando que el museo es una organización pública en donde todos deben sentirse cómodos.

Antes de las visitas, y nuevamente después, los investigadores les preguntaron a los participantes sobre su nivel de dolor y la medida en que se sentían socialmente desconectados. En general, el 57% de los invitados reportaron alivio de dolor tras la visita, y la mayoría de ellos informaron que tenían menos sensaciones desagradables e incomodidad física al terminar el recorrido. La mayoría de ellos también dijo que se sentían menos desconectados socialmente tras la experiencia.

“La experiencia de dolor del individuo, tanto física como emocional, siempre está integrada a un contexto social que puede tener un gran impacto en la experiencia del dolor del individuo”, dijo el líder del estudio Ian Koebner, director de manejo integral del dolor en la Escuela de Medicina de la Universidad de California Davis, en Sacramento.

Aunque la investigación ha relacionado el dolor físico con la desconexión social, no está claro cómo traducir los resultados en una mejor atención para los pacientes, sostuvo Koebner. El objetivo de este estudio fue ver si experimentar el arte en su contexto social podría ayudar a aliviar el dolor, así como los sentimientos de aislamiento o desconexión.

El estudio no fue un experimento controlado diseñado para probar si el arte visual en el entorno de un museo podría reducir directamente el dolor o la sensación de desconexión, según mencionan los investigadores en Pain Medicine. También es posible que el impacto del arte sobre las sensaciones de dolor sea diferente para las personas que no disfrutan de los museos que para los participantes del estudio que vinieron al museo por su cuenta.

Aún así, es posible que la experiencia subjetiva de la belleza en el arte pueda ayudar a reducir el dolor o quitarle de la mente a las personas su incomodidad.

“Creo que el arte, en el sentido más amplio de la palabra, es una experiencia, no un objeto. Y creo que esa experiencia, que incluye un sentido de significado, inspiración y conexión, puede ser analgésica”, agregó Koebner.

“Aunque el arte podría funcionar para algunas personas, la música o el teatro u otras actividades como la jardinería o la caminata, también podrían tener resultados similares para las personas que sufren de dolor crónico”, dijo Helen Chatterjee, profesora de biología en el University College de Londres, que no participó en el estudio.

“Las mejoras psicológicas en el estado de ánimo, la autoestima, la confianza, la calidad de vida, la reducción de la ansiedad y del estrés, el aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades, y el desarrollo de vínculos sociales se comparten en una variedad de diferentes tipos de actividades. La explicación de esto es que probablemente los mecanismos subyacentes que están sucediendo en el cuerpo sean los mismos, en otras palabras, todas estas tareas son inmersivas, física, cognitiva y emocionalmente, y generalmente ocurren en grupos sociales”, agregó Helen Chatterjee.

Consultar la publicación original de Pain Medicine
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