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Las personas que disfrutan de cocinar usan cualquier excusa para calentar sus hornos. Decoran un pastel para coronar el cumpleaños de alguien, amasan galletas para celebrar unas vacaciones y preparan brownies porque a todos les encanta el chocolate. Pero resulta que hornear es más que crear algo dulce para comer. Hornear, especialmente cuando está hecho para otros, se puede acompañar con una serie de beneficios psicológicos.

La cocción es una forma productiva de autoexpresión y comunicación.
El horneado tiene el beneficio de permitir a las personas una expresión creativa. Hay mucha literatura sobre la conexión entre la expresión creativa y el bienestar general. Ya sea pintando o haciendo música u horneando, hay un alivio del estrés que las personas obtienen al tener algún tipo de salida y una forma de expresarse.

El estrés está relacionado con una serie de problemas mentales y físicos, y encontrar maneras de enfrentar ese estrés es importante para llevar una vida saludable.

Hornear para otras personas también puede ser una forma útil de comunicar los propios sentimientos.  A veces no encontramos palabras para consolar a alguien que está sólo, o enfermo y decidimos llevarle algo de comida que cocinamos para reconfortarlo, entonces descubrimos que a través de lo que hemos cocinado podemos comunicar lo que estamos tratando de decir. Puede ser útil para las personas que tienen dificultad para expresar sus sentimientos en palabras para mostrar agradecimiento, aprecio o simpatía por los productos horneados.

En muchas culturas, en muchos países, la comida es realmente una expresión de amor, y en realidad es hermosa porque es algo con lo que todos realmente nos relacionamos. Hornear para otra persona no reemplaza la comunicación en el sentido tradicional, pero si se hace junto con la comunicación, es absolutamente algo positivo y realmente maravilloso. Hornear para ti y para los demás es una forma de atención y cuidado.

Todos hemos escuchado acerca de los beneficios de la meditación y mindfulness como aumentar la felicidad y reducir el estrés, y hornear puede obtener algunas de esas recompensas. La cocción en realidad requiere mucha atención completa en tu aquí y ahora.

Cuando cocinas estás pensando el paso a paso y sigues los detalles del aquí y el ahora. Tienes que medir, enfocarte físicamente en desplegar la masa. Si te estás enfocando en el olfato y el gusto, en estar presente con lo que estás creando, ese acto de atención plena en ese momento presente también puede tener como resultado la reducción del estrés. A la vez estás pensando en las recetas como un todo, el plato como un todo, qué vas a hacer con él, a quién se lo vas a hacer, a qué hora lo estarás compartiendo, por lo que hornear es una forma muy buena de desarrollar ese equilibrio entre el momento presente y una imagen más amplia.

Y no sólo la atención plena es una buena habilidad para dominar, sino que también puede ayudar a aliviar la presencia de pensamientos tristes. Hornear podría ayudar a aliviar la depresión.

Cocinar puede significar que no pasas el tiempo rumiando sobre tus pensamientos, sabes que estás haciendo algo productivo. Y lo bueno de hornear es que tienes una recompensa tangible al final y eso puede ser muy beneficioso para ti y para los demás.

Hornear para otros es también una forma de altruismo. En el corazón de la cocción para los demás está el acto de dar. Si bien el proceso de horneado puede contribuir a una sensación general de bienestar, el hecho de que sea para otros puede aumentar ese sentimiento.

Muchas veces cocinar puede hacerte sentir como si hubieras hecho algo bueno para el mundo, lo que tal vez aumente tu significado en la vida y la conexión con otras personas.

Preparar productos horneados con la intención de darlos es una forma de altruismo, es un “sacrificio” que haces por alguien más, y los beneficios de este acto desinteresado han sido muy estudiados y escritos.

Pero también hay un valor simbólico en la cocción para los demás porque la comida tiene un significado tanto físico como emocional. La mayoría de los beneficios se acumularían cuando hornearas para no buscar atención o superar a los demás, sino cuando sólo quieres compartir la comida con personas que creas que la apreciarán.

Si hornear es una actividad que te estresa y no gusta, entonces es posible que no coseches sus beneficios. Si no lo has intentado, ¡prueba cómo te hace sentir!

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