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Según datos facilitados por la Comisión Europea, más del 80% de la basura marina son plásticos. Una vez que llega a la naturaleza de manera descontrolada su descomposición es muy lenta, acumulándose en mares, océanos y playas, además de terminar siendo ingerido por los animales: tortugas, focas, ballenas, aves y, evidentemente, también por los peces y mariscos que acaban en nuestros platos. Se trata de un problema que cada vez preocupa a más gente y que tiene un impacto medioambiental y económico multimillonario, además del evidente daño tanto para la salud de los animales como para la de los propios humanos.

El Parlamento Europeo, en consecuencia, ha votado a favor de una prohibición completa de una gama de plásticos de un sólo uso en toda la Unión Europea en un intento por detener la contaminación de los océanos.

Los eurodiputados respaldaron la prohibición de cubiertos de plástico y platos, bastoncillos de algodón, pajitas, agitadores de café y palitos de globos. La propuesta de la Comisión Europea también propone una reducción en el plástico de un sólo uso para envases de alimentos y bebidas, así como para vasos de plástico.

De manera más concreta, en una votación plenaria llevada a cabo este 24 de octubre 2018, los eurodiputados añadieron a la lista de productos que deben desaparecer del mercado los palitos para globos, los productos de plástico oxo-degradable y los contenedores de comida rápida fabricados en poliestireno expandido.

La medida aún tiene que despejar algunos obstáculos de procedimiento, pero se espera que pase. La Unión Europea espera que entre en vigencia en el bloque para el 2021.

El Reino Unido también tendrá que incorporar las normas a la ley nacional si la prohibición se convierte en una directiva de pleno derecho antes del final del período de transición Brexit.


¿Qué tan grande es el problema?

La investigación de la Unión Europea sobre el tema devela que cada año se arrojan aproximadamente 150.000 toneladas de plástico a las aguas europeas. Más del 80% de la basura marina son plásticos.

Esa es sólo una parte del problema global, con un estimado de ocho millones de toneladas de plástico que entran a los océanos del mundo cada año. Y una vez allí, el plástico puede viajar grandes distancias en las corrientes oceánicas hasta crear desorbitantes cantidades de basura que han dado origen al dantesco séptimo “Continente” que se encuentra en el Pacífico Norte.

Esos plásticos tienen un gran efecto en la vida marina. Los peces y los grandes mamíferos acuáticos pueden ser aniquilados por la contaminación al ingerir residuos plásticos, lo que les imposibilita comer alimentos reales, situación que eventualmente pueden llevarlos a la muerte.

Cuando los residuos plásticos se descomponen por el desgaste, no lo hacen como la madera, sino que se reducen en pedazos cada vez más pequeños, convirtiéndose en microplásticos. Estos pequeños fragmentos a menudo terminan dentro del cuerpo de los peces y luego son ingeridos por los humanos, así como en el agua del grifo que bebemos.




La Comisión propone un conjunto completo de medidas para abordar el alarmante tema de la contaminación por residuos plásticos. La Directiva de Plásticos de un sólo uso es una parte integral del enfoque más amplio anunciado en la Estrategia de Plásticos y un elemento importante del Plan de Acción de la Economía Circular. Se basa en la reducción exitosa en el consumo de bolsas de plástico de un sólo uso provocada por la legislación de la Unión Europea en 2014, y en la legislación de la UE recientemente revisada, que incluye objetivos para el reciclaje de plásticos.

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