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Hay niños que reciben un barco de Playmobil en Navidad, juegan unos días con él antes de dejarlo en un rincón, dejándolo cubrirse de polvo durante años hasta que termine amarilleado por el tiempo. Y luego, hay otros…

Nada puede detener el sueño de un niño. Esto es lo que podemos aprender de la iniciativa de dos pequeños escoceses, oriundos de Aberdeenshire, que no dudaron en hacer realidad un loco proyecto.

Ollie y Harry Ferguson, dos pequeñitos de 8 y 5 años de edad, lanzaron su barco pirata de Playmobil, llamado Adventure en mayo de 2017 desde las costas de Peterhead, en Escocia, con la ambición de hacer que viajara por los océanos.

Los ingenieros en ciernes no dejaron nada al azar. Ollie y Harry, con la ayuda de sus padres, perfeccionaron la línea de flotación antes de realizar pruebas en la piscina.

“Gente agradable de Suecia, Noruega y Dinamarca nos envió algunas fotos antes de volver a ponerlo en el mar. También nos dijeron en qué estado estaba y dónde lo encontraron”, dijo entusiasmado Ollie, ya que el bote en miniatura posee un mensaje dirigido a cualquiera que se cruce con él, en el que también se solicita que le permitan continuar con su gran aventura.

Hace más un año el pequeño Adventure fue descubierto en el Mar del Norte por el “Christian Radich”, una embarcación de tres mástiles con bandera noruega. El barco lo llevó a África y lo puso de nuevo en el océano para continuar su camino hacia América. El equipo noruego también ha equipado a la nave colega de Playmobil con un GPS que indica en un mapa en directo la posición actual del barco, para que todos puedan seguir su viaje.

Los padres de Ollie y Harry también actualizan el mapa de acuerdo con los vientos y las mareas, y adornan el sitio con mensajes y fotos sobre las aventuras del juguete de todo el mundo.

El navío de juguete, que retomó la travesía desde de Mauritania para enfrentar el reto de cruzar el océano Atlántico en solitario, pasó por Canarias y Cabo Verde, tocó tierra en Guyana, América del Sur.

En este momento, a casi dos años de la partida se encuentra en aguas del Caribe, en las Antillas, mientras desde Escocia sus dos propietarios siguen con pasión el periplo de la embarcación que continúa surcando mares y océanos, con la certeza de que su sueño es más robusto que el Titanic.

“Cuando regresan de la escuela a casa, nos preguntan si hemos tenido noticias del barco. A pesar de los pequeños sobresaltos experimentados cuando el barco no da señales de vida, esperamos sinceramente que puedan dar la vuelta al mundo”, relatan los padres.

Los hermanitos comparten cotidianamente ésta y otras aventuras en su página The days are just packed.

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