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Al igual que 10 millones de peruanos, el ingeniero emprendedor Abel Cruz se enfrentó durante varios años a la carencia de agua limpia, hasta que hace 14 años decidió actuar e inventó el atrapanieblas, un ingenioso método para solucionar el problema que afecta sobre todo a los barrios marginales de Lima donde 2 millones de personas no tienen acceso al servicio de agua, teniendo que pagar hasta 10 veces más su precio regular.

El ingeniero peruano es el presidente del Movimiento Peruanos sin Agua e impulsor de los ‘atrapanieblas’, mallas de plástico que llevan agua a los más pobres de una manera ingeniosa.

“La teníamos que comprar a los camiones cisterna de empresas privadas que la venden a un precio mucho más caro de lo normal y que tampoco garantizan un servicio eficiente. Fue por ello que, junto con otras personas, empecé a pensar en cómo se podía resolver ese problema y, después de largos estudios, descubrí el sistema que podría dar mejores resultados: los atrapanieblas”, comenta el ingeniero Cruz haciendo referencia a lo que sucede en algunas zonas olvidadas de Lima, como el barrio al que llegó de Cusco.

Se trata, básicamente, de grandes mallas de plástico que atrapan el agua de la niebla:

  • Las mallas son de seis por cuatro metros aproximadamente.
  • Cada malla puede atrapar entre 200 y 400 litros diarios de agua.
  • Al encontrarse con la malla, la humedad de la niebla se convierte en gotas de agua.
  • Estas gotas, por gravedad, caen por unas tuberías y se almacenan en un tanque.

“Hasta antes eran ciegos: tenían el agua a la mano”, ha explicado a la Cruz, quien afirma estar contribuyendo “de una manera más eficaz a que muchas familias estén cambiando su vida, su forma de pensar”.

El agua que se obtiene a partir de la niebla no es apta para beber, pero se puede emplear para otras necesidades, como el riego de cultivos.

Su invento concede agua para sembrar y cosechar apio, calabaza, perejil, cilantro, cebolla, en una zona donde hace una década solo había cerros inhabitables. Además, Cruz tiene la intención de buscar maneras de convertirla en potable.

En el plano nacional, tan sólo en el distrito de Villa María del Triunfo de Lima, el emprendedor ha logrado instalar 50 atrapanieblas en una década y ayudar a 500 familias. El número de estos sistemas supera ya el millar, mientras que el objetivo es instalar 3.000.

En el ámbito internacional, el ingeniero Abel Cruz brindó conferencias en universidades de Málaga, Ámsterdam y Viena sobre sus proyectos. Incluso, logró que el Ejecutivo holandés se comprometiera a invertir 3 millones y medio de euros al Movimiento Peruanos sin Agua tras considerar innovadoras sus ideas.

Inspirador, ¿verdad?

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