🔋 La planta de reciclado de pilas que es un modelo en Argentina
Las pilas son uno de los residuos más tóxicos que genera el ser humano, su reciclado es muy difícil ya que pocos entienden que estas baterías contaminan por cientos de años la tierra y prefieren tirarlas al cesto de la basura. La Universidad de La Plata, en Argentina, puso en marcha la primera planta de reciclados de pilas del país.
En la localidad de Gonnet, Provincia de Buenos Aires, funciona “Plapimu-Laseisic” (Planta Piloto Multipropósito y Laboratorio de Servicios a la Industria y al Sistema Científico), un centro perteneciente a la Facultad Ciencias Exactas de la UNLP y a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires. Las pilas y baterías son consideradas residuos peligrosos, y su presencia en la basura doméstica genera un enorme daño al medio ambiente. Algunos de los componentes químicos que están presentes en las pilas que usamos para el control remoto, son mercurio, cadmio, plomo, zinc, manganeso y litio.
El centro de reciclado ubicado en Camino Parque Centenario y 506 tiene la capacidad de procesar 80 kilos de pilas usadas por mes, el equivalente al consumo de una población de 8 mil habitantes.
“La planta fue concebida, diseñada e instalada con un método simple, económico y absolutamente sustentable. La idea fue desarrollar un proceso que permitiera recuperar los metales presentes en las pilas agotadas, logrando un doble propósito: evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y al mismo tiempo recuperar los metales para su reutilización, disminuyendo la explotación minera y la contaminación en la producción de los mismos”, explica el Dr. en química Horacio Thomas, quien tiene a cargo la planta.
En la planta saben que son pioneros. No es un centro de acopio normal, es un lugar de investigación para hallar la forma en la que se puede cuidar el medioambiente de estos elementos que forman parte de la vida diaria de millones de personas en todo el país. El objetivo es poder replicar estas plantas a todas las provincias del país.
“Es importante que los municipios asuman el compromiso del cuidado del medio ambiente, consideramos que los costos de instalación son bajos y el beneficio de proteger nuestra tierra es muy alto”. “En la Argentina, cuando una pila ya no sirve se la tira junto con la basura domiciliaria y termina en rellenos o basurales a cielo abierto. Con el paso de tiempo y por descomposición, sus elementos se oxidan y derraman diferentes tóxicos en el suelo, agua y aire. Lo mismo sucede cuando se quema en basureros o se incinera”, detalló la organización Greenpeace quien está detrás de una campaña sobre reciclado de pilas.
En la Planta “Plapimu-Laseisic” de Gonnet se clasifican las pilas según su tamaño en un proceso artesanal y por medio de la utilización de ácido sulfúrico “obtenido por biorreactores de producción biológica” se logra separar los metales que se eliminan y mientras otros que se reciclan. Gracias a este proceso de reciclado los elementos recuperados son reinsertados en la industria alimenticia, naval, farmacéutica y de la construcción.
Reseña histórica:
La PLAPIMU comenzó a funcionar a fines de la década del 80 como un laboratorio de plantas piloto para proveer servicios tecnológicos al sector industrial, en especial a las PYMEs de la rama química. Inicialmente, se dispuso el equipamiento disponible en instalaciones del departamento de Química, División de Tecnología Química de la Facultad de Ciencias Exactas UNLP y del Departamento de Tecnología del antiguo Laboratorio de Ensayo de Materiales e Investigaciones Tecnológicas. Más tarde, la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) entrega en comodato a la PlaPiMu un conjunto de equipamiento proveniente de su Laboratorio de Investigaciones lo que incrementó la capacidad operativa de la PlaPiMu para estudiar procesos y operaciones químicas.
El LASEISIC fue creado a partir de la donación de la Universidad de importante cantidad de equipamieneto científico por parte del Ministerio de Investigaciones de la República Federal de Alemania en 1994, contando con el apoyo financiero e institucional de la CIC, UNLP y CONICET como organismos de la República Argentina y por distintas entidades de República Federal de Alemania. En el año 2012 LASEISIC Y PLAPIMU pasaron a depender del mismo Director.
