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Si eres de las personas que festejan Halloween o la Noche de Brujas, olvídate de los disfraces de hombre lobo, brujas, momias y zombis. El traje más aterrador de este año será en verdad espeluznante: ¡está hecho de toda la contaminación plástica que los humanos arrojamos imprudentemente!

Millones y millones de objetos de Halloween aparecen en el basurero cada año después de ser utilizados por una sola noche. La idea simple es esta: cuanto menos compres, mejor.

No necesitas ver una película de terror para asustarte. Hay un asesino de la vida real que nos atormenta a diario, en particular en esta celebración y lamentablemente, no es parte de una película de Stephen King. Este villano es la contaminación.

Para este festejo se destina una increíble cantidad de dinero al vestuario, la ambientación y los dulces. Lo triste es que casi la totalidad de los trajes y decoraciones son fabricados con productos plásticos, no amigables para el medioambiente, algunos de ellos luminosos, lo que exige el uso de baterías y pilas como contaminantes extra, que serán utilizados sólo durante una noche para luego ser descartados. Este evento puede ser muy entretenido y animado pero la gran cantidad de desechos que genera es terrible para nuestros océanos y nuestro planeta.

La alternativa ecológica para crear tus disfraces está en elegir materiales libres de PVC o libres de ftalatos. Puede que no ganes ningún concurso de disfraces, pero considera intercambiar los viejos con un amigo, hurgando en las tiendas de artículos antiguos, de segunda mano, o buscando en tu armario. Te sorprendería saber cuántos disfraces inteligentes se pueden combinar con artículos simples que se encuentran en tu hogar.

La opción verde para lograr tu magnífico maquillaje alusivo es la utilización de cosméticos ecológicos, así como recetas de pintura facial y de piel falsas hechas con colorantes naturales para alimentos y tintes a base de frutas o vegetales.

Elige decoraciones de bricolaje, o sal al aire libre y encuentre piñas, hojas y ramitas, y al mismo tiempo planea una divertida actividad familiar. En cuanto a las velas, encontramos las hechas de soja o cera de abejas. Para las fiestas, usa vasos, platos y cubiertos de loza en lugar de desechables. Incluso si no te molesta lavar los platos, hay vajilla compostable disponible.

El ícono por excelencia de Halloween son las calabazas. Elige las reales y no las de plástico ¡Pero no olvides que se trata de comida! Una calabaza también requiere una gran cantidad de recursos, energía y fertilizantes para crecer antes de que llegue a tu porche. Luego de lucirlas las puedes compostar, cortar la carne para sopa o panecillos, hornear las semillas o mezclarlas en un exfoliante facial en lugar de tirarlas. Las calabazas también pueden tener una segunda vida como combustible.

El horror adicional está en los envoltorios de caramelos y dulces de tamaño pequeño y aparentemente inocuo pero difícilmente reciclables ya que están fabricados con materiales mezclados, como polipropileno, papel de aluminio, pinturas sintéticas y papel.

La industria masiva y el consumo sin responsabilidad hace que Halloween sea una de las fiestas más aterradoras en lo que respecta al daño que podemos infligir al medioambiente.

Sabemos que muchos probablemente estén ansiosos por las casas embrujadas, los trajes alusivos, los dulces y las decoraciones divertidas pero los invitamos a que programen su fiesta con conciencia, compromiso y respeto hacia nuestro medioambiente.

¡RECICLAR, REDUCIR, REUTILIZAR, REINVENTAR, RESIGNIFICAR!

  • Rechaza el consumo de elementos plásticos de un sólo uso
  • Reduce la compra indiscriminada de golosinas y calabazas decorativas
  • Reutiliza decoración de años anteriores
  • Resignifica ropa que tienes en casa para lograr el disfraz que deseas
  • Composta toda la materia orgánica
  • Recicla los otros artículos si no puedes reutilizarlos

Recuerda siempre pensar un paso más adelante… ¡puedes tener un Halloween verde!

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