“¿Te quedará bien lo que compres? Al planeta seguro no”
En sus marcas, listos, ¡compren ya! ¿Hay alguna razón para entusiasmarse con este festival de consumo excesivo, que revela una ceguera autoindulgente? ¿La opinión frente a las consecuencias sociales y medioambientales del consumo excesivo está anestesiada por una fascinación colectiva?
El acto individual de comprar lo que realmente necesitamos, previa reflexión acerca de si nuestra elección ha sido tomada con consciencia ecológica y social impacta en toda la humanidad. Y los responsables no son sólo las grandes corporaciones. Somos también tú y yo. El tiempo de la inercia y de mirar para otro lado ha terminado.
El Black Friday, un gran evento comercial en todo el mundo que marca el comienzo de la temporada de compras navideñas causa picos elevados alarmantes en la contaminación del aire y en los desechos plásticos, advierten ecologistas. En muchos países, Black Friday es principalmente un evento on-line y la mayor parte de las compras incluye una entrega a domicilio.
El frenesí de compras compromete entonces la circulación de miles de vehículos que salen a tomar las calles desde los centros de despacho mayoristas hacia locales de venta y domicilios particulares con entregas que incluyen sobre todo juguetes y juegos plásticos, muchos de los cuales funcionan con baterías y artículos electrónicos entre las compras más populares, millones de piezas textiles innecesarias que abarrotarán guardarropas, lo que aumenta la preocupación por los altos niveles de contaminación.
Desde Greenpeace Internacional proponen una mirada crítica hacia el fenómeno de las compras compulsivas y nos invitan a reflexionar: ¿Te quedará bien lo que compres este Black Friday? Al planeta seguro que no.
En 2018, Greenpeace internacional celebró simultáneamente en más de 30 países, un macro evento de consumo alternativo, con talleres, espacios de intercambio, proyecciones, charlas, juegos, conciertos y muchas actividades para aumentar la creatividad y reducir nuestro consumo, aprender a entender de una vez las etiquetas, a arreglar tu bici, o a combatir la obsolescencia programada.
“Black Friday se ha convertido en uno de los principales picos de consumismo. Las compras están aumentando los volúmenes de desechos más que nunca. Esta peligrosa tendencia está dañando nuestro planeta. Compramos sin pensar por un minuto, pero el desperdicio que creamos a veces durará siglos”, dijo Chiara Campione, líder mundial de proyectos de Greenpeace.
Este Black Friday… ¡no compres, crea!
Tenemos que comprar cosas en algún momento, es cierto. Pero esta celebración consumista sería la oportunidad ideal para plantearse ciertos temas:
- En el caso en el que compremos un objeto para reemplazar otro que ya tenemos, podemos preguntarnos si el que vamos a desechar puede arreglarse, o mejorarse.
- Reducir el desperdicio y el embalaje.
- Reflexionar acerca de dónde compramos y si lo que estamos adquiriendo es fruto del trabajo y salario justo de quienes lo han fabricado.
Los actos individuales afectan e impactan en toda la comunidad y se ven reflejados en el conjunto de la sociedad.
No compras con dinero. Compras con el tiempo de tu vida que gastas para conseguirlo.
El planeta paga el precio real de lo que tú compras de rebaja.
#DisruptBlackFriday #BuyNothing #MakeSmthng
Fuente: Greenpeace
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