🌽 El guardián de las semillas ancestrales

Desde el 2010, en las instalaciones de la casa Ejidal de Ayotitlán, en el municipio de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, México, comenzaron con un pequeño banco de semillas. Este lugar atesora semillas de maíz criollo. Es el guardián del futuro y donde se vela por el rescate del cultivo tradicional y la importancia de la conservación del maíz criollo.

Este proyecto de protección a los maíces nativos en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán a través del Programa de Conservación de Maíz Criollo (PROMAC), de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), es un programa que apoya a grupos de campesinos para la conservación de la diversidad genética de esta semilla con montos específicos para tal fin y el que los mismos beneficiarios han cubierto parte de la inversión.

México cuenta con una amplia variedad de maíces criollos y silvestres, así como especies mejoradas. Esta diversidad representa un legado para la humanidad y son las comunidades rurales e indígenas las que han logrado su preservación.

“Durante el huracán Jova, muchos compañeros campesinos perdieron su semilla y gracias al banco lograron recuperarlas”, dice Juan Mancilla Roblada, presidente del Banco de Semillas Criollas, BASEC.

Cuenta con alrededor de 300 socios y alberga semillas de maíz negro, blanco, amarillo y rojo. También resguarda varios tipos de frijoles y una especie emblemática de maíz conocida como “Chapule” o “Milpilla”, que pertenece a la familia de los Zea diploperennis y tiene la característica de ser capaz de tolerar la sequía y soportar enfermedades.

“A aquellos campesinos que no tienen semillas propias se les prestan. En muchos casos piden 5kg y devuelven 10kg”, agrega Juan Mancilla Roblada.

En el banco, cada campesino resguarda sus propias semillas en una sencilla botella plástica identificada con el nombre del productor, que son renovadas año a año, luego de cada cosecha.

Para que no se echen a perder, las semillas se ponen a secar al sol y una vez que están crujientes son embotelladas. El envase no se abrirá hasta el próximo año, cuando llegue el momento de la siembra.

Este banco de semillas es administrado a través de un Comité de Participación Social elegido por los beneficiarios, siendo los responsables de acopiar, guardar, proteger y mantener la viabilidad de la semilla durante los meses de febrero, marzo, abril, mayo y junio.

El maíz es originario de México, es descendiente del teocintle y se reconoce que los campesinos mesoamericanos desde hace más de 7 mil años lo han cultivado y mejorado. Actualmente la conservación de este importante recurso genético se lleva a cabo por los agricultores, que cultivan tradicionalmente el maíz criollo bajo distintos sistemas de cultivo, en las diversas regiones del país, quienes basan su alimentación en el maíz y otros productos locales.