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Ante la crítica situación actual, la inspiración, la unión y el esfuerzo denodado por proteger la vida, ponen de manifiesto férreas voluntades solidarias para encontrar soluciones.

Los hospitales de toda Italia continúan informando la falta de herramientas fundamentales para tratar a los pacientes que padecen covid-19. La alarma pronto podría referirse también a las máscaras para terapia subintensiva. La idea de lidiar con la posible escasez de este tipo de dispositivo, que permite proporcionar ventilación artificial a un paciente con dificultades respiratorias, surgió del Hospital Gardone Val Trompia, en la provincia de Brescia (uno de los municipios italianos más afectados por la emergencia del coronavirus).

En este contexto, el doctor Renato Favero, ha ideado cómo adaptar  una máscara de buceo para paliar la escasez de material. Para llevar su proyecto a la práctica, se puso en contacto con la empresa Isinnova, compañía especializada en innovación y que ya estaba imprimiendo en 3D válvulas de emergencia para respiradores.

Estamos trabajando de forma gratuita, estamos felices de poder ayudar. La Protección Civil de Brescia ya ha ordenado 500 piezas”,  expresa el propietario de la empresa, Cristian Fracassi.

El proyecto del Dr. Renato Favero es tan simple como ingenioso: se trata de construir una mascarilla respiratoria de emergencia adaptando una máscara de snorkel de rostro completo que ya está en el mercado.

“La semana pasada, el Dr. Favero vino a nosotros para proponernos la idea. Se enteró de nuestra empresa a través de un médico del Hospital Chiari, una institución para la que fabricamos válvulas de emergencia para respiradores con impresión 3D“, dice Alessandro Coraioli, 28 años, ingeniero de materiales de Isinnova, una compañía de Brescia especializada en proyectos innovadores que hace unos días fue mencionada por los medios de todo el mundo por sus válvulas de respiración impresas en 3D.

“Analizamos la propuesta con el médico y llegamos a la conclusión de que la máscara Decathlon Easybreath era la que mejor se adaptaba a nuestras necesidades, ya que está muy extendida: desde Decathlon nos dijeron que tenían decenas de miles de ellas en stock, y nos proporcionaron el dibujo CAD del producto”, agrega Coraioli.

Los accesorios de conexión
Le tomó tres horas de lecciones al especialista explicar en detalle a los cinco ingenieros de Isinnova que aún trabajan en la oficina (en total hay 14) cómo se respira dentro de una máscara C-PAP.

“En ese momento, desarmamos y estudiamos una de las máscaras de Decathlon para evaluar los cambios a realizar. Finalmente, diseñamos e imprimimos en 3D los accesorios de conexión entre la máscara y los tubos hospitalarios estándar“, explica Coraioli.

La carrera contra el tiempo
Por lo tanto, algunos prototipos de la máscara Decathlon con accesorios Isinnova han sido probados en el Hospital Chiari. “El proyecto funciona. La Protección Civil de Brescia ya ha comprado 500 máscaras de Decathlon. Nos encargamos de proporcionar los accesorios de forma gratuita. Pedimos ayuda a varias impresoras 3D en el área, porque no podemos seguir”, continúa el joven de 28 años.

“Se ha creado una impresionante red de solidaridad en torno a esta iniciativa, que nos envidian en el extranjero”, explica Cristian Fracassi, 36 años, CEO y fundador de la compañía.

«No estamos acostumbrados a trabajar a estas velocidades y con esta presión sobre nosotros: un error mínimo puede costar vidas humanas. Duermo cuatro horas por noche y he perdido cinco kilos en ocho días… Pero al mismo tiempo estamos muy contentos de poder ayudar” cuenta Fracassi.

//”En Brescia y Bergamo, transforman máscaras de Decathlon en respiradores. Este elemento comenzaba a escasear. Gracias a una válvula creada en 3D en una semana se produjeron suficientes. El genio humano en la adversidad me sorprende”, tuit de Françoise Degoit, 24 de marzo 2020.//

Un producto para emergencias
Isinnova compartió en su sitio web las instrucciones para construir la conexión entre la máscara y los tubos del hospital, rebautizada como “válvula Charlotte” en honor a la esposa de Fracassi (cuyo nombre es Charlotte).

Para evitar cualquier especulación sobre el precio del componente, decidimos patentar urgentemente la válvula, que ya están probando en varias estructuras. Pero la patente seguirá siendo de uso gratuito, para que todos los hospitales puedan aprovecharla“.

Otro tema que la compañía enfatiza es el hecho de que el dispositivo es una solución extrema: “Todas las máscaras C-PAP de hospital tienen varias certificaciones, la nuestra no: es un producto modificado a mano para hacer frente a emergencias. Siempre debemos preferir el certificado». Antes de usar la máscara inventada por el Dr. Favero junto con los ingenieros de Isinnova, los pacientes deben firmar una declaración escrita a través de la cual aceptan el uso de un dispositivo biomédico.

“Esto podría afectar su funcionamiento, particularmente con respecto a los flujos de aire”, advierte el distribuidor de artículos deportivos, quien recomienda que el público en general no intente modificar la máscara ellos mismos.

Fuente: Corriere della sera


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