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En un mundo donde la calefacción y la refrigeración basada en combustibles fósiles se ha convertido en la norma, donde se descuidan los materiales naturales de origen local y donde la mano de obra de calidad da paso a estructuras prefabricadas baratas, Kolûba quiere hacer una declaración y mostrar que se pueden encontrar otras opciones, justo debajo de nuestros pies.

El proyecto fue dirigido con mucha atención a los detalles por Xavier Allard. Después de mucha experiencia en la construcción natural, Xavier creó su propia organización de construcción natural llamada Kolûba. El equipo ha estado creando mucha belleza en los alrededores de Estambul.

Tierra, paja y madera se combinan en sus proyectos para ir más allá del refugio y reconectar con lo que deberían ser las casas: un refugio donde encontrar paz y comodidad.

Iniciado en 2019, este edificio es único como un techo verde que cuelga sobre una cúpula de sacos de tierra. Consta de tres habitaciones, salón, cocina, baño, dos desvanes, terraza y una azotea ajardinada de 90 m2.

El equipo hizo algo poco convencional con los cimientos utilizando bolsas de grava apisonadas, colocadas debajo del nivel como base.

A continuación, colocaron veinte postes de 10 x 20 cm en las bolsas de tierra para llevantar el techo. ¿Cómo hicieron eso? Los postes tienen anclajes en la parte inferior para aumentar el tamaño del contacto, y luego fueron bloqueados por otra capa de bolsas colocadas sobre la parte superior.

Las grandes vigas del techo que crean el mandala del techo descansan sobre los postes y se unen en el centro del edificio para formar un heptágono sobre el óculo de la cúpula, un tragaluz impresionante. La sala de estar es entonces el interior de la cúpula de bolsas de tierra.

En las paredes exteriores se instalaron una serie de paneles entre los postes. Luego se llenaron con 20 cm de slipstraw (paja con una pequeña cantidad de arcilla líquida, comprimida en armazones temporales).

La semicúpula de sacos de tierra en el centro tiene 4 m de diámetro y 3 m de altura. Tiene 5 aberturas y es bastante plana por lo que tuvieron que añadir contrafuertes en las habitaciones.

Las vigas del techo están conectadas con unas cien correas de 10 x 20 cm. Luego se vertieron alrededor de ellos unos 20 cm de profundidad de astillas de cáñamo. Después se colocaron tablas de madera para los techos, luego una membrana impermeable de EPDM y finalmente 25 cm de tierra para el techo vivo.

Para conocer más puedes visitar el  Kolûba en Instagram

Fuente y Fotografías: The Mud Home

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