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Estas imágenes revelan el contrapunto entre el antiguo esplendor de grandes hoteles, enormes rascacielos, magníficos teatros y lujosas mansiones con la decadencia y abandono que azotó a esta gran ciudad.

Teatro Michigan, arquitectos Rapp and Rapp, 1926. Ahora transformado en estacionamiento

Motor City no era un apodo al azar. Detroit fue el lugar de nacimiento de la “Big 3”, los tres grandes y principales fabricantes de automóviles en los Estados Unidos: Ford, General Motors y Chrysler. El destino de la industria y la ciudad están íntimamente relacionados.

Highland Park Police Station, aquitectos Van Leyen, Schilling & Keough, 1917

La ciudad de Detroit, Estados Unidos, la cuna de la industria del automóvil estadounidense se declaró en quiebra por su alcalde el 18 de julio de 2013. Ese fue el triste epílogo de sesenta años de empobrecimiento y migración. Los cambios en las políticas comerciales permitieron a los competidores extranjeros ganar terreno en la industria automotriz estadounidense. Los fabricantes locales perdieron parte del mercado y sus beneficios. Eso llevó a la pérdida de empleos.

En 60 años, Detroit había perdido la mitad de su población, de casi 2 millones de habitantes a 700.000. El éxodo comenzó en la década de 1950 y se aceleró hacia 1970.

Salón de baile del Lee Plaza Hotel, arquitecto Charles Noble, 1929

La ciudad se ha vaciado y sus servicios en su mayoría han dejado de prestarse. Hoteles, centros comerciales, bancos dejaron de existir. El alumbrado público ya no funciona. Decenas de miles de casas, departamentos, tiendas, escuelas, fábricas, iglesias e instituciones abandonadas y muchas a medio derrumbar son la evidencia más visible. El distrito comercial del centro con imponentes rascacielos quedó vacío. La mitad de los ciudadanos cayeron en la pobreza. Hace 70 años, los habitantes en Detroit eran los que tenían mejores niveles de vida de los Estados Unidos. Hoy su tasa de criminalidad es una de los más altas del país.

Salón de baile Vanity Ballroom, arquitecto Charles N. Agree, 1929.

Caminar por Detroit sigue siendo igual de desolador que antes de la quiebra. No se ve en la calle más que algún vagabundo perdido pero hay un cambio sí es observable una disminución drástica de los edificios en estado de abandono.

Detroit National Bank, fundado en 1933

 

Hotel Book-Cadillac, 1924

 

Salón de baile del Hotel Fort Shelby 1916

 

Sala de conciertos de Detroit, 1929

 

Teatro Eastown, 1930

 

Hospital de Detroit 2011

 

Linea de ensamblado Packard, 1941

 

Metropolitan Building 1926, 2013

Detroit lucha por renacer…

En 2015 Estados Unidos marcó un récord de venta de autos. Y cuando a las automotrices les va bien, hay empleo y Detroit crece. Pero además el multimillonario Dan Gilbert mudó su compañía de 10.000 trabajadores al centro de Detroit y ha comprado ya más de 70 edificios. Este hombre es el propietario de Quicken Loans, la segunda mayor entidad de préstamos hipotecarios de Estados Unidos y también es dueño de Cleveland Cavaliers, el equipo de la NBA.

Gilbert es uno de los principales financistas de la reactivación de Detroit. Además de trasladar a sus empleados y restaurar edificios, instó a otras compañías a que hicieran lo mismo con un buen resultado. Gilbert, ex estudiante de las universidades de Michigan y de Wayne, también levantó centros de esparcimiento para sus empleados. Por primera vez, el número de trabajadores en la ciudad está en ascenso, y la proyección es que continúe en ese camino. El objetivo es triple: adquirir propiedades a bajo costo, prosperar aún más en sus negocios y ayudar en la reconstrucción de Detroit.

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