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A los 9 años, este niño dirige una empresa y ahorra para la universidad. ¡Nunca es demasiado temprano para comenzar un negocio!

Cuando tenía 3½ años de edad, Ryan Hickman visitó el centro de reciclaje de rePlanet en California y encontró la misión de su vida.
Al día siguiente, mientras saludaba a su padre, Damion, en su camino de entrada a San Juan Capistrano, señaló la calle e hizo un anuncio: “¡Mi nuevo negocio! Voy a recoger todas las latas y botellas de todos en el barrio.”
Hoy, a la edad madura de 9 años, es el CEO, gerente y empleado de Ryan’s Recycling Company. Tiene 50 clientes y más de 200,000 botellas y latas en su crédito de reciclaje.

Aunque Ryan dice que no recuerda lo que hizo que todo empezara (¡fue hace más de la mitad de su vida!), sigue siendo un apasionado de la causa. “Es porque las botellas llegan al océano y luego los animales se enferman y mueren”, dice.

Según Damion Hickman, Ryan ha ahorrado más de USD 11,000. El dinero se destina a una cuenta de la universidad, aunque Ryan dice que quiere comprar un camión de basura de tamaño grande y eventualmente convertirse en un recolector de basura. Su padre dice que, por el momento, lo han designado para la universidad y, a partir de los 18 años Ryan puede tomar la decisión él mismo. “Sí, pero quiero comprar un camión”, insiste Ryan.

Uno de los lugares favoritos de Ryan es el Pacific Marine Mammal Center, al que dona todos los ingresos recibidos por la camiseta de su marca, más de USD 3,700 hasta el momento. “Me gusta ir allí y mirar a los leones marinos, y con el dinero que les donamos les dan medicamentos y comida”, dice.

A cuatro años de la aventura, los vecinos se han acostumbrado al niño pequeño que viene a buscar sus materiales reciclables, y los más entusiastas llaman para pedir que los recojan o incluso dejar las bolsas en la puerta de Hickman.
En la escuela, la actividad favorita de Ryan es ayudar al conserje, el Sr. José, a separar la basura.

“Mi esposa y yo lo apoyamos para que lo haga y le dijimos que cuando quiera parar puede hacerlo. Quiero verlo con amigos, pero el reciclaje lo hace feliz. En realidad, ahora está reclutando a sus amigos, así que son Ryan y cinco de sus amigos que ayudan al Sr. José”, dice Hickman.

“Todo es idea 100% de Ryan, aunque, por supuesto, soy el conductor – cada tres semanas más o menos vamos al centro de reciclaje – y también lo ayudo a clasificar en vidrio, aluminio y plástico cuando se trata de una gran pila”, enfatiza Hickman, un diseñador gráfico, no más reciclador que el promedio.

“Intento desalentar las donaciones directas, no quiero que la gente piense que estamos tratando de ganar dinero con el niño. Ciertamente lo apreciamos y me doy cuenta de que hace que la gente se sienta bien; el 99% de los comentarios hablan de lo inspirador que es”, a pesar del gran apoyo y gratitud, Hickman se mantiene un poco cauteloso.

Fuente: cnn.com / Para conocer más acerca de Ryan cliquea aquí.


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